Colegio Ntra. Sra. de Nieva. Córdoba, Argentina
En Córdoba, como es tradición por estas latitudes, solemos poner en foco lo que hacemos, repensando la coherencia con la Buena Noticia. Y, aunque nuestra Hermana María Luz es chilena, creemos que ha comenzado los trámites para obtener la ciudadanía de la Docta, porque ya es una de nosotros.
Por ello, el Equipo de Gestión, formado por la Representante Legal, los Directivos de los tres Niveles, el Coordinador General de Pastoral y la Secretaria Docente, escuchando las voces de alumnas, padres y docentes comenzó a poner en marcha las acciones que nos permitan profundizar y fortalecer nuestra identidad como comunidad educativa de Nieva, que a veces pareciera traducida en tres escuelas: los acuerdos y prácticas del Nivel Inicial, los del Nivel Primario y por último los del Nivel Secundario.
Este año, decidimos celebrar la Fiesta de la Asunción de la Virgen en casa, que en Córdoba también se une al día del Educador Católico. En vez de participar en la convocatoria de la Diócesis con los docentes de todos los colegios, organizamos una jornada mariana, para repensar nuestro quehacer docente desde el sueño de la Madre Eufrasia.
Y la Virgen María, nos bendijo con su mirada y su abrazo, porque fue un día de reflexión, de aprendizajes y alegrías compartidas, que nos enriqueció a todos.
Nuestra Jornada comenzó con la celebración de la Eucaristía. El capellán del colegio, Padre Guillermo Rosolino, nos habló de María eligiendo la entrega y la vida. Y se quedó luego, a compartir el desayuno comunitario.
Y es que el desayuno fue una posibilidad de encontrarnos y conocernos: porque cada uno se sentaba en mesas de seis integrantes, atendiendo a una advocación de la Virgen, que recibíamos en el ingreso al salón. Cuando los docentes recibían su imagen agradecían, pensando que era un regalito de las Hermanas; y sonriendo se dirigían a buscar su mesa, que estaba integrada por colegas de los tres niveles.
Cada grupo compartía el desayuno charlando animadamente, porque algunos, ni siquiera sabíamos cuál era la materia o el grado en el que nos desempeñábamos. Al desayuno le siguió la Reflexión de la Hermana María Luz, que desde el Ideario de la Congregación nos fue planteando cómo eran los docentes que Madre Eufrasia pensó para sus escuelas. Hablamos de los valores a los cuáles ser leales, del estilo de educación y de las elecciones que hacemos frente a las niñas y adolescentes.
En ese espíritu, continuamos luego analizando el perfil de alumnos que está escrito en nuestro Proyecto Educativo, coordinados por los Directivos. Y desde el mismo, les propusimos a los docentes que redactaran el perfil de docentes que queremos ser, para que podamos educar a esas alumnas que anhelamos. El diálogo ameno permitió compartir experiencias, aciertos y debilidades, en las que queremos crecer como docentes.
El coordinador de Pastoral nos invitó más tarde a jugar, uniendo los integrantes de varias mesas…..En los patios del colegio donde comenzaba a brillar el sol del mediodía se escuchaban las risas y las canciones, en tanto corríamos con los ojos vendados, sostenidos de otros colegas, o buscábamos globos de otro equipo para pisarlos…….La alegría, a la que estamos invitados, llena el corazón y dispone siempre el espíritu para mirar con ternura y esperanza a cada persona.
Entrado el mediodía, terminamos la Jornada revisando la misión y el ministerio de los laicos en la Iglesia, de la mano del documento del Sínodo de la Diócesis de Córdoba.
Nuestra Madre Eufrasia, debe haber sonreído desde el Cielo, sosteniendo nuestra casa que veía en manos de la Virgen María.