Hospital Pirovano. Buenos Aires, Argentina

En este Año de la Misericordia, se celebró con gran alegría y unción el triduo Pascual en la capilla del Hospital Pirovano, junto a las Voluntarias y a un grupo de jóvenes misioneras del Colegio Etcheverry Boneo.

El Jueves Santo, se organizó el lavatorio de los pies con los enfermos de las salas. Llegaron en sillas de ruedas acompañados por sus familiares o por voluntarias, con porta sueros; fue una celebración muy emotiva. Culminó frente a la puerta de entrada de la casa de las Hermanas, con la adoración al Santísimo, mientras el grupo de jóvenes cantaba e invitaba a la oración a cuantos pasaban por el lugar.

El Viernes Santo, se realizó el Vía Crucis por todas las salas. Nuestro Obispo, Monseñor Alejandro Giorgi y el Capellán, Padre Santiago, llevaron cama por cama a Cristo crucificado para que lo besaran, mientras se cantaba y rezaba en el pasillo. En un momento del recorrido, Monseñor expresó a todos los presentes que sentía que este Via Crucis era un Vía Crucis real, ya que se palpaba en cada enfermo a Cristo sufriente.

En la Vigilia Pascual participaron todos. Realmente fue una fiesta: voluntarias, misioneras, enfermos, familiares de los enfermos, los feligreses y Hermanas compartimos una celebración litúrgica muy hermosa. Por supuesto, también realizamos un ágape fraterno después de la celebración, para festejar a Jesús Resucitado con todos los que organizamos las celebraciones.

Pedimos al Señor Jesús que nos conceda la gracia de hacer brillar su luz en todos nuestros enfermos.


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