Colegio La Inmaculada. Rosario, Argentina

“Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio”
(Mt 28, 19)

El Papa Francisco nos dice en  la Carta Apostólica “Misericordia et misera”: “Este es el tiempo de la misericordia. Cada día de nuestra vida está marcado por la presencia de Dios, que guía nuestros pasos con el poder de la gracia que el Espíritu infunde en el corazón para plasmarlo y hacerlo capaz de amar” Es así que esta misión está marcada por la misericordia.

Hacia fines de Octubre, del 25 al 28, el grupo misionero juvenil “Madre Eufrasia” integrado por 45  alumnos de 4to. y 5to. año del Colegio Secundario,  realizaron una Misión en al Centro Catequístico Villa Inmaculada de la localidad bonaerense  de Monte Grande, acompañados por un grupo de docentes y coordinados por la Hermana Julieta Arranz. Fue preparada con la oración y con acciones misioneras previas durante el año.

El   Papa Francisco nos recuerda en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium: “Todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; somos siempre discípulos misioneros”. “La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan”.

Nuestros jóvenes se comprometieron a vivir cuatro días de especial entrega al Reino de Dios, compartiendo  la alegría del Evangelio: llevando  la Palabra de Dios a quien la conoce y a quien no, tendiendo una mano misericordiosa al que sufre, rezando  por ellos y con ellos, gozando el ser don para los demás. Las visitas a los hogares fueron  presididas por la presencia de nuestra Madre Inmaculada, quien fue recibida afectuosamente por todas las familias. Se les entregaron rosarios y agua bendita.  Su protección y bendición ha descendido en estos lugares siendo Madre  y Mediadora de todas las gracias.

Nuestros Jóvenes dieron testimonio de servicio alegre,  solidario y generoso.

Día 1 Llegamos y organizamos la jornada con juegos y merienda, para culminar el día con la oración  en la capilla y luego preparar todo para el día siguiente.

Día 2: Por la mañana, hasta el mediodía, caminamos con María y visitamos las Familias del Barrio “Las Chacritas”, Es un barrio necesitado  de todo, absolutamente de todo lo material, pero con Fe en Cristo Jesús. Compartimos la hermosa experiencia  de llevar el  Evangelio y traducirlo en obras de misericordia: regalándoles rosarios y agua bendita. Invitamos a los niños y mamás a compartir un almuerzo comunitario, al cual concurrieron alrededor de 100 chicos.
A la tarde ayudamos en la preparación de la merienda y jugamos con los niños en el Centro Catequístico.

Día 3: Por la mañana participamos de la Santa Misa, celebrada por Monseñor Jorge Lugones, quien nos exhortó a vivir con intensidad esta misión, llevando a casa todos esos rostros con los que nos hemos encontrado y que guardaremos en el corazón,  para suplicar al Señor por su salvación. Por la tarde, continuamos con la merienda y la recreación de los niños.

Día 4: Misionamos por las calles del barrio del Centro Catequístico Villa Inmaculada, y visitamos a las familias de los niños que asisten a la catequesis y al merendero,  junto a la Hna. Eleuteria y a la  Hna. Dasdores. Les llevamos las presencia de nuestra Madre, la Virgen María.

Nuestros jóvenes hicieron de la palabra Misión,  acciones concretas, y de las acciones hicieron obras, y de esas obras hoy damos un testimonio de amor.

MISIONAR es  llevar la alegría de la Buena Noticia y de las obras que Jesús nos enseñó: amar al prójimo, sentirse uno con él otro, disfrutar de su dicha, escuchar sus angustias, es decir, ser UNO en Cristo .

MISIONAR es derribar barreras, crear hermosos vínculos, ser solidarios, compañeros y amigos, dar afecto y recibirlo.

Y sobre todo, MISIONAR es poner en práctica el mandamiento nuevo que Jesús nos enseñó: “ amaos los unos a los otros como yo los he amado”

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