Instituto San José. Buenos Aires, Argentina
Alumnos de segundo grado compartieron la experiencia de realizar la Oración Ignaciana.
¿Qué es la Oración Ignaciana? Ignacio de Loyola nos invita a hablar con Jesús como lo haríamos con un amigo de un modo especial.
Antes de ingresar a la Capilla nos preguntamos: ¿A dónde vamos? y ¿Para qué? Luego entramos, saludamos a Jesús y nos ponemos en presencia de Dios. Leemos la historia que vamos a contemplar y hacemos la petición como nos enseña San Ignacio “Señor, haz que te conozca internamente, para que conociéndote, más te ame, y, amándote, más te siga”.
Se proponen tres instancias, para cerrar los ojos y contemplar así una escena evangélica.
Y en esos momentos de silencio vamos conociendo más cómo vive Jesús, qué piensa, qué siente, por qué hace las cosas. De este modo percibimos mejor que Él es real, su presencia se vuelve más cercana y sus enseñanzas van quedando en el corazón.
Por último nos ubicamos cerquita de Jesús, junto al Sagrario, y conversamos con Él.
Con esta dinámica en segundo grado compartimos el pasaje de la Anunciación. Imaginamos cómo sería la casa de María, qué estaría haciendo, cómo se habrá sentido al recibir la noticia de que sería la madre de Jesús. Y así, en un clima de profundo silencio, de mucho amor y afecto, los niños compartieron su experiencia interior.
Decían: “María seguro estaba feliz, fascinada, conmovida, llena de felicidad, encantada”. Estas fueron algunas de las palabras que expresaron los niños. Y cuando alguien preguntó si tendría miedo, la respuesta fue: “¡Cómo va a tener miedo, si tenía a Jesús en la panza!”
Esta oración es una invitación a cerrar los ojos del cuerpo y a abrir los del corazón, para poder ver más de cerca a María, a Jesús y a nuestro Dios.
Fue un hermoso momento de oración, donde pudimos descubrir en los niños el mensaje de Dios. Se sintió su mirada llena de amor desbordante, se sintió su presencia.