Lavras Da Mangabeira, Brasil
“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”
(Evangelii Gaudium, 1)
Con esta certeza, queremos compartir con ustedes algunas de las experiencias y bendiciones que hemos vivido en estos últimos meses en nuestra misión.
Retiro y Confirmaciones
Tuvimos la hermosa oportunidad de acompañar a los jóvenes que se preparaban para recibir el sacramento de la Confirmación. Fue un tiempo de gracia, oración y reflexión, enriquecido por la presencia del padre Danilo de la Sagrada Face, quien nos ayudó con el retiro espiritual. La comunidad se llenó de gozo al ver a 264 jóvenes y algunos adultos confirmar su fe y renovar su compromiso con el Señor.



Catequesis Misionera
Este año hemos querido darle un nuevo impulso con una catequesis más misionera, visitando a las familias de los niños y promoviendo una catequesis familiar. Estas visitas nos han permitido acercarnos más a las familias, compartir su vida y ser testigos del amor de Dios en cada hogar.



Infancia Misionera y el Rosario de los Niños
Los más pequeños también tienen un espacio especial en nuestra comunidad. Con alegría seguimos acompañando a los grupos de la Infancia Misionera, sembrando en sus corazones el amor por la evangelización. Asimismo, cada semana nos reunimos con ellos para rezar el Santo Rosario, confiando en la poderosa intercesión de la Virgen María.




Fiesta de Corpus Christi
La fe se vive y se expresa también a través de la belleza. Con la colaboración de niños, jóvenes y adultos, organizamos los tradicionales tapetes para adornar las calles por donde pasó la procesión del Corpus Christi. Fue un testimonio de fe y devoción, uniendo a toda la comunidad en la preparación y celebración de este gran misterio de nuestra fe.


Visita a la Comunidad de Limoero
En nuestro deseo de llevar el Evangelio a todos los rincones, visitamos la comunidad de Limoero, donde compartimos la celebración y visitamos algunas casas. Fue un encuentro de fraternidad y cercanía, en el que también tuvimos la alegría de dialogar con algunas jóvenes que expresaron inquietudes sobre nuestra forma de vida consagrada. Oramos por ellas, pidiendo al Señor que las guíe en su discernimiento vocacional.
Un Mes con Nuestra Madre
El mes de mayo estuvo lleno de la ternura y la presencia de la Virgen María. Nuestra Señora peregrinó por los barrios y familias, llevándonos a vivir un mes mariano con gran fervor. En comunión con la parroquia, celebramos cada día con devoción, y el 31 de mayo culminamos con la gran fiesta de coronación, un acto de amor filial hacia nuestra Madre.


Damos gracias a Dios por todo lo vivido y seguimos encomendando nuestra misión a la protección de la Virgen María. Que el Señor nos siga dando la fuerza y la alegría de servirle en los hermanos.