Desde el viernes 25 al domingo 27 de julio, un grupo de jóvenes de la Pastoral Juvenil del Centro San Juan Bosco, realizaron la visita a las familias que más pudimos del sector de Cascadas, un poblado rural perteneciente a la Pquia. San Agustín de Puerto Octay en la Diócesis vecina de Osorno.

Como asesora del grupo recojo la experiencia querida y hecha junto a los 13 jóvenes; algunos de ellos de enseñanza media, otros universitarios, y todos deseosos de compartir la fe y acercarse a las familias mediante una respetuosa visita y un cálido diálogo si se daba la posibilidad. Fueron días de lluvia y de frío, de incomodidad también por las adaptaciones al momento y al lugar, también días de trabajo en equipo: organizar la limpieza, el orden, buscar la leña, mantener el fuego, preparar el almuerzo, hacer el pan, limpiar el baño, hacer turnos para las duchas, disponer el material para la oración común, respetar el silencio de la oración personal… disponerse para la vida en comunidad… pero lo más valioso de todo: los momentos de oración preparados con mucho cuidado por Gerardo, coordinador y luego, salir de a dos a la misión por las casas.

Al estilo del evangelio, como lo pidiera Jesús, andar caminos y saludar, recibir la acogida o un “no, gracias” que cierra la puerta, pero misionar a los 16, 20, 23, 25… años es todo un don y todo un desafío en este tiempo. Para mí estos chicos y chicas han sido un testimonio de valentía y de generosidad.

[pe2-gallery album=”http://picasaweb.google.com/data/feed/base/user/112535553767981498381/albumid/6043345545100478881?alt=rss&hl=en_US&kind=photo” ]

Al recoger lo que les deja esta experiencia de misión luego de ofrecer juntos el Rosario a la Virgen para despedirnos de la capillita que nos acogió, escucho de ellos:

Ha sido hermoso poder venir a compartir lo que creemos, a escuchar a las personas, visitar a los enfermos, hablarles de Jesús; necesitamos seguir formándonos para poder hacerlo cada vez mejor, valoramos más lo que tenemos en nuestra comunidad porque aquí los pocos católicos que hay no tienen las posibilidades y grupos que sí existen en la nuestra; volveríamos a dejar las vacaciones por días de misión; necesitamos comprometernos 100 % al servicio de la Iglesia; la Iglesia necesita de nosotros más compromiso y concreto…

Tan así es que piden repetir la experiencia y en realidad, sólo acogieron las palabras del Papa Francisco en la JMJ de Río en Brasil el año pasado, por esta misma fecha.

Gracias a Dios que sigue suscitando jóvenes mensajeros de la alegría del Evangelio.

Hna. Gloria, fic.
Cdad. de Valdivia-Chile

Print Friendly, PDF & Email