Casa General
Vivimos un nuevo 2 de agosto, pero no fue un 2 de agosto común. Valiéndonos de los medios que la tecnología nos ofrece en estos tiempos de aislamiento por el COVID19, la Madre General convocó a todas las comunidades a unirse en un momento de oración para homenajear a nuestra Fundadora.
La pandemia ha cambiado nuestra vida. Hay ciertamente mucho dolor, mucha incertidumbre, pero el Señor nos permite también vivir cosas nuevas, como este encuentro Zoom, donde nos reunimos todas, desde tres Continentes: América, Europa y Asia. Y todas para celebrar a nuestra querida Madre Eufrasia, que se debe sonreír desde el Cielo. Ella nos dejó muchas cosas como herencia, pero sobre todo un profundo amor a María Inmaculada. Por eso, en su día, quisimos regalarle un Rosario, recitado en distintos idiomas.
Al final, las jóvenes Prenovicias de la comunidad de Hubli, India, ofrecieron una danza típica para cerrar el momento de oración. Fue un hermoso momento, que nos hizo sentir a todas muy cerca.
Terminanos con una sorpresa: el Arzobispo de Bs. As., nos envió un saludo a través de un video.