Buenos Aires, Argentina
El pasado 23 de octubre, junto a la Superiora General, 22 Hermanas de diversas comunidades peregrinamos a San Nicolás, para visitar el Santuario de la Virgen del Rosario. Ella misma pidió estar en la ribera del Paraná, en un Templo sencillo pero espacioso, para acoger a todos sus hijos.
Durante el viaje, nos unimos en la oración de Laudes y en el rezo del Santo Rosario, la plegaria que Ella recomienda para enfrentar cualquier peligro, “ya que en él están presentes Cristo y su Madre. Es la oración profunda, la inmediata comunicación con el Señor y con María”. Participamos en la Santa Misa y luego una religiosa de las Hijas de María del Rosario de San Nicolás, congregación que surgió en torno al Santuario, nos dio una charla sobre la historia de las apariciones y los puntos centrales del mensaje de la Virgen. Por la tarde volvimos al Templo para subir al camarín y pasar por delante de la imagen. A Ella le llevamos nuestras súplicas: el don de la fidelidad para cada Hermana, muchas vocaciones gozosas y perseverantes, la fortaleza para nuestras Hermanas ancianas o enfermas, la fecundidad del Carisma que la Madre Eufrasia nos ha dejado y de las obras que Dios ha confiado a nuestras manos.
Fue un hermoso día de espiritualidad, alegría fraterna, amor filial a nuestra Madre.
[:it]
Buenos Aires, Argentina
El pasado 23 de octubre, junto a la Superiora General, 22 Hermanas de diversas comunidades peregrinamos a San Nicolás, para visitar el Santuario de la Virgen del Rosario. Ella misma pidió estar en la ribera del Paraná, en un Templo sencillo pero espacioso, para acoger a todos sus hijos.
Durante el viaje, nos unimos en la oración de Laudes y en el rezo del Santo Rosario, la plegaria que Ella recomienda para enfrentar cualquier peligro, “ya que en él están presentes Cristo y su Madre. Es la oración profunda, la inmediata comunicación con el Señor y con María”. Participamos en la Santa Misa y luego una religiosa de las Hijas de María del Rosario de San Nicolás, congregación que surgió en torno al Santuario, nos dio una charla sobre la historia de las apariciones y los puntos centrales del mensaje de la Virgen. Por la tarde volvimos al Templo para subir al camarín y pasar por delante de la imagen. A Ella le llevamos nuestras súplicas: el don de la fidelidad para cada Hermana, muchas vocaciones gozosas y perseverantes, la fortaleza para nuestras Hermanas ancianas o enfermas, la fecundidad del Carisma que la Madre Eufrasia nos ha dejado y de las obras que Dios ha confiado a nuestras manos.
Fue un hermoso día de espiritualidad, alegría fraterna, amor filial a nuestra Madre.
[:pb]
Buenos Aires, Argentina
El pasado 23 de octubre, junto a la Superiora General, 22 Hermanas de diversas comunidades peregrinamos a San Nicolás, para visitar el Santuario de la Virgen del Rosario. Ella misma pidió estar en la ribera del Paraná, en un Templo sencillo pero espacioso, para acoger a todos sus hijos.
Durante el viaje, nos unimos en la oración de Laudes y en el rezo del Santo Rosario, la plegaria que Ella recomienda para enfrentar cualquier peligro, “ya que en él están presentes Cristo y su Madre. Es la oración profunda, la inmediata comunicación con el Señor y con María”. Participamos en la Santa Misa y luego una religiosa de las Hijas de María del Rosario de San Nicolás, congregación que surgió en torno al Santuario, nos dio una charla sobre la historia de las apariciones y los puntos centrales del mensaje de la Virgen. Por la tarde volvimos al Templo para subir al camarín y pasar por delante de la imagen. A Ella le llevamos nuestras súplicas: el don de la fidelidad para cada Hermana, muchas vocaciones gozosas y perseverantes, la fortaleza para nuestras Hermanas ancianas o enfermas, la fecundidad del Carisma que la Madre Eufrasia nos ha dejado y de las obras que Dios ha confiado a nuestras manos.
Fue un hermoso día de espiritualidad, alegría fraterna, amor filial a nuestra Madre.
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Buenos Aires, Argentina
El pasado 23 de octubre, junto a la Superiora General, 22 Hermanas de diversas comunidades peregrinamos a San Nicolás, para visitar el Santuario de la Virgen del Rosario. Ella misma pidió estar en la ribera del Paraná, en un Templo sencillo pero espacioso, para acoger a todos sus hijos.
Durante el viaje, nos unimos en la oración de Laudes y en el rezo del Santo Rosario, la plegaria que Ella recomienda para enfrentar cualquier peligro, “ya que en él están presentes Cristo y su Madre. Es la oración profunda, la inmediata comunicación con el Señor y con María”. Participamos en la Santa Misa y luego una religiosa de las Hijas de María del Rosario de San Nicolás, congregación que surgió en torno al Santuario, nos dio una charla sobre la historia de las apariciones y los puntos centrales del mensaje de la Virgen. Por la tarde volvimos al Templo para subir al camarín y pasar por delante de la imagen. A Ella le llevamos nuestras súplicas: el don de la fidelidad para cada Hermana, muchas vocaciones gozosas y perseverantes, la fortaleza para nuestras Hermanas ancianas o enfermas, la fecundidad del Carisma que la Madre Eufrasia nos ha dejado y de las obras que Dios ha confiado a nuestras manos.
Fue un hermoso día de espiritualidad, alegría fraterna, amor filial a nuestra Madre.
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Buenos Aires, Argentina
El pasado 23 de octubre, junto a la Superiora General, 22 Hermanas de diversas comunidades peregrinamos a San Nicolás, para visitar el Santuario de la Virgen del Rosario. Ella misma pidió estar en la ribera del Paraná, en un Templo sencillo pero espacioso, para acoger a todos sus hijos.
Durante el viaje, nos unimos en la oración de Laudes y en el rezo del Santo Rosario, la plegaria que Ella recomienda para enfrentar cualquier peligro, “ya que en él están presentes Cristo y su Madre. Es la oración profunda, la inmediata comunicación con el Señor y con María”. Participamos en la Santa Misa y luego una religiosa de las Hijas de María del Rosario de San Nicolás, congregación que surgió en torno al Santuario, nos dio una charla sobre la historia de las apariciones y los puntos centrales del mensaje de la Virgen. Por la tarde volvimos al Templo para subir al camarín y pasar por delante de la imagen. A Ella le llevamos nuestras súplicas: el don de la fidelidad para cada Hermana, muchas vocaciones gozosas y perseverantes, la fortaleza para nuestras Hermanas ancianas o enfermas, la fecundidad del Carisma que la Madre Eufrasia nos ha dejado y de las obras que Dios ha confiado a nuestras manos.
Fue un hermoso día de espiritualidad, alegría fraterna, amor filial a nuestra Madre.
Muy buenas las novedades, me encantan las actividades apostólicas,DIOS y MARIA guien los pasos de la congregación F.I.C Las quiero y extraño. Delia