Comunidad de Valdivia, Chile

“Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría “

(Papa Francisco, EG 1)

El sábado 28 de junio la Comunidad del Centro se ha reunido para vivir su retiro anual. Nos acompañó el sacerdote Dominico Fray Iván Garzón, quien con mucho entusiasmo nos ha invitado a vivir la experiencia pascual en dos dinámicas:

1.- Como momento que convoca a la comunidad de los cristianos a vivir en la Unidad, como experiencia de Comunión, como en Jerusalén. Ahí David convocaba a las tribus de Israel, ahí Jesús murió y resucitó, ahí fueron invitados los discípulos en el momento de la Ascensión, ahí sucedió Pentecostés…

2.- Como momento que nos prepara para el invierno, para la muerte ¿Oh muerte dónde está tu victoria? Porque en nuestro lado del mundo (hemisferio sur) no es primavera donde todo reverdece y parece que la vida vuelve; es otoño dónde más bien pareciera que todo se prepara para la muerte, nos preparamos para el invierno…

Fuimos alrededor de 50 agentes pastorales: jóvenes; adultos, hombres y mujeres; adultos mayores, quienes con gran atención y alegría escucharon las reflexiones de fray Iván, que con un estilo muy particular nos adentraba en el sentido de la Pascua como momento de encuentro con Cristo vivo y que camina con nosotros hacia Jerusalén, a pesar de que no lo vemos físicamente.
Por la mañana también pudimos disfrutar de un momento de intimidad con Cristo, presente en el Santísimo Sacramento del altar, con un tiempo de adoración eucarística.

Luego un rico compartir en el almuerzo, para después tener un momento de descanso.

En la tarde continuamos la reflexión que nos llevó a pensar en cosas concretas que no debemos dejar de hacer hoy… un decir te quiero, un abrazo…, ya que este es el momento para prepararnos para el invierno, para la muerte: juntar la leña como hacemos en este Valdivia tan frío, juntar las fuerzas para acercarnos al dolor, a la muerte nuestra o de nuestros seres queridos. Convertirnos en hogar, en hoguera, en leño que arde para calentar a otros, todo esto vivido en la alegría y en la confianza de prepararnos con alegría para el premio: LA VIDA ETERNA…prometida por Dios desde el inicio de la historia Luego nos hicimos acompañar por María con el rezo del Santo Rosario, síntesis de los misterios de la vida de Cristo. Este momento fue dirigido por nuestra directora, Hna. Gloria.

Como momento culmen de nuestra jornada… LA EUCARISTÍA. Ésta fue preparada por el grupo de oración Carismática y celebrada por todos con gran alegría. En el momento de ofrendas presentamos unos leños, a los cuales fray Iván dio significado y nombre, en ellos estaban representadas nuestras alegrías, tristezas, representaban a nuestros ancianos, otros a los jóvenes, en fin cada uno de nosotros llamados a caminar hacia Jerusalén. Fue un llamado a transformarnos en fuego y calor en un mundo cada vez más frío.

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Damos gracias por este hermoso regalo que Dios se dignó hacer a sus pobres…

 Y cantamos con el salmo:

 “Qué alegría, cuando me dijeron
vamos a la casa del Señor
ya están pisando nuestros pies,
tus umbrales, Jerusalén”.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta
allá suben las tribus
las tribus del Señor”…

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