“Cada vez que se contemple mi Rostro, derramaré mi amor en los corazones y por medio de mi Divino Rostro, se obtendrá la salvación de tantas almas.” Así le habló Jesús  a nuestra Beata María Pierina De Micheli, el Martes de Pasión de 1936.

Dos años después, Jesús volvió a presentarse y le expresó con tristeza: “ He dado mi corazón como objeto sensibilísimo de mi gran amor por los hombres y doy mi Rostro como objeto sensible de mi dolor por los pecados de los hombres: quiero que sea honrado con una fiesta particular el martes de Quincuagésima, fiesta precedida de una novena en que todos los fieles reparen conmigo, uniéndose a la participación de mi dolor.”

En nuestra Comunidad, respondiendo a la invitación de Jesús, decidimos adorarlo en la Eucaristía durante todo el día de la fiesta del Divino Rostro. Hicimos turnos durante la mañana y la tarde.

A las 18 hs., compartimos una Hora Santa comunitaria, culminando con la Misa a las 19 hs.

Fue un día de paz y de silencio, en unión con el Señor, en reparación por los pecados que se cometen contra la Santa Eucaristía y por los sufrimientos de Jesús en su Pasión.

Print Friendly, PDF & Email