Instituto Inmaculada Concepción

“La Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el mismo Cuerpo del Señor,
no dejando de tomar de la mesa y de distribuir a los fieles el pan de vida,
tanto de la palabra de Dios como del Cuerpo de Cristo…”

(Dei  Verbum, 21)

Iniciamos el mes de la Biblia en la misa del domingo, invitando a que cada uno trajera  su Biblia para ser bendecida con esta oración:   “Te pedimos hoy que  tratemos de conocer cada vez más tu Palabra, y que la vivamos siempre más intensamente”.

Durante cuatro lunes un grupo de personas participó de los encuentros bíblicos, para profundizar el tema de “La mujer en el Evangelio de San Juan”. Por eso reflexionamos sobre María, la madre de Jesús; la Samaritana; las hermanas de Lázaro, y María Magdalena, la apóstol de los Apóstoles, la primera en anunciar la resurrección.

En cada encuentro tratamos de responder en primer lugar: ¿Qué dice el texto? Para luego ahondar en ¿Qué me dice el texto? Terminando con una oración que ¿Qué le digo a Dios a través del texto?

Siempre encontramos una riqueza al meditar la Palabra por eso se nos hace esta invitación:

“Da gracias por lo que recibiste, y no te pongas triste por lo que queda y sobreabunda. Lo que recibiste, lo que a ti te tocó, es tu parte; pero lo que queda es tu herencia.”


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