Instituto La Inmaculada. Rosario, Argentina
Damos gracias a Dios, Padre rico en amor y misericordia, por habernos regalado la experiencia de misionar en Monte Grande, Provincia de Buenos Aires. Allí, nuestra comunidad de Hermanas de “Villa Inmaculada” sostiene desde el año 2002 el merendero “Madre Eufrasia”, que diariamente sirve la merienda a tantos niños provenientes de los asentamientos cercanos, a los que también se evangeliza y ayuda en su promoción social.
Las familias de nuestro Colegio La Inmaculada de Rosario han colaborado recolectando durante el año donaciones de todo tipo. Les agradecemos su valiosa participación, que nos solidariza con tantos hermanos que necesitan de nuestra ayuda.
A ejemplo de la Madre Eufrasia, en el Centenario de su partida al Cielo y en el Año Jubilar de la Misericordia, formamos el Grupo Misionero “Madre Eufrasia”, con jóvenes de los tres 4tos. años del nivel secundario. Ellos llevaron alegría y esperanza a tantas familias necesitadas de todo.
Esos días ayudamos en el merendero, jugamos con los niños y visitamos sus hogares llevando la imagen de Jesús Misericordioso y entregando Rosarios bendecidos. También misionamos en el barrio “Las Chacritas”, que nos impactó por su pobreza. Recordamos las palabras de Jesús en el Evangelio: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve enfermo y me visitaste…”
Seguimos con alegría y esperanza el ejemplo de la Madre Eufrasia, siempre atenta a las necesidades de su tiempo. Hoy para nuestra escuela es un compromiso seguir sus pasos y ser, como ella, instrumentos de la misericordia y la ternura del Padre.
Como decía nuestra Fundadora: “Damos gracias a Dios por tanto bien que nos prodiga”.
[:it]
Instituto La Inmaculada. Rosario, Argentina
Damos gracias a Dios, Padre rico en amor y misericordia, por habernos regalado la experiencia de misionar en Monte Grande, Provincia de Buenos Aires. Allí, nuestra comunidad de Hermanas de “Villa Inmaculada” sostiene desde el año 2002 el merendero “Madre Eufrasia”, que diariamente sirve la merienda a tantos niños provenientes de los asentamientos cercanos, a los que también se evangeliza y ayuda en su promoción social.
Las familias de nuestro Colegio La Inmaculada de Rosario han colaborado recolectando durante el año donaciones de todo tipo. Les agradecemos su valiosa participación, que nos solidariza con tantos hermanos que necesitan de nuestra ayuda.
A ejemplo de la Madre Eufrasia, en el Centenario de su partida al Cielo y en el Año Jubilar de la Misericordia, formamos el Grupo Misionero “Madre Eufrasia”, con jóvenes de los tres 4tos. años del nivel secundario. Ellos llevaron alegría y esperanza a tantas familias necesitadas de todo.
Esos días ayudamos en el merendero, jugamos con los niños y visitamos sus hogares llevando la imagen de Jesús Misericordioso y entregando Rosarios bendecidos. También misionamos en el barrio “Las Chacritas”, que nos impactó por su pobreza. Recordamos las palabras de Jesús en el Evangelio: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve enfermo y me visitaste…”
Seguimos con alegría y esperanza el ejemplo de la Madre Eufrasia, siempre atenta a las necesidades de su tiempo. Hoy para nuestra escuela es un compromiso seguir sus pasos y ser, como ella, instrumentos de la misericordia y la ternura del Padre.
Como decía nuestra Fundadora: “Damos gracias a Dios por tanto bien que nos prodiga”.
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Instituto La Inmaculada. Rosario, Argentina
Damos gracias a Dios, Padre rico en amor y misericordia, por habernos regalado la experiencia de misionar en Monte Grande, Provincia de Buenos Aires. Allí, nuestra comunidad de Hermanas de “Villa Inmaculada” sostiene desde el año 2002 el merendero “Madre Eufrasia”, que diariamente sirve la merienda a tantos niños provenientes de los asentamientos cercanos, a los que también se evangeliza y ayuda en su promoción social.
Las familias de nuestro Colegio La Inmaculada de Rosario han colaborado recolectando durante el año donaciones de todo tipo. Les agradecemos su valiosa participación, que nos solidariza con tantos hermanos que necesitan de nuestra ayuda.
A ejemplo de la Madre Eufrasia, en el Centenario de su partida al Cielo y en el Año Jubilar de la Misericordia, formamos el Grupo Misionero “Madre Eufrasia”, con jóvenes de los tres 4tos. años del nivel secundario. Ellos llevaron alegría y esperanza a tantas familias necesitadas de todo.
Esos días ayudamos en el merendero, jugamos con los niños y visitamos sus hogares llevando la imagen de Jesús Misericordioso y entregando Rosarios bendecidos. También misionamos en el barrio “Las Chacritas”, que nos impactó por su pobreza. Recordamos las palabras de Jesús en el Evangelio: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve enfermo y me visitaste…”
Seguimos con alegría y esperanza el ejemplo de la Madre Eufrasia, siempre atenta a las necesidades de su tiempo. Hoy para nuestra escuela es un compromiso seguir sus pasos y ser, como ella, instrumentos de la misericordia y la ternura del Padre.
Como decía nuestra Fundadora: “Damos gracias a Dios por tanto bien que nos prodiga”.
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Instituto La Inmaculada. Rosario, Argentina
Damos gracias a Dios, Padre rico en amor y misericordia, por habernos regalado la experiencia de misionar en Monte Grande, Provincia de Buenos Aires. Allí, nuestra comunidad de Hermanas de “Villa Inmaculada” sostiene desde el año 2002 el merendero “Madre Eufrasia”, que diariamente sirve la merienda a tantos niños provenientes de los asentamientos cercanos, a los que también se evangeliza y ayuda en su promoción social.
Las familias de nuestro Colegio La Inmaculada de Rosario han colaborado recolectando durante el año donaciones de todo tipo. Les agradecemos su valiosa participación, que nos solidariza con tantos hermanos que necesitan de nuestra ayuda.
A ejemplo de la Madre Eufrasia, en el Centenario de su partida al Cielo y en el Año Jubilar de la Misericordia, formamos el Grupo Misionero “Madre Eufrasia”, con jóvenes de los tres 4tos. años del nivel secundario. Ellos llevaron alegría y esperanza a tantas familias necesitadas de todo.
Esos días ayudamos en el merendero, jugamos con los niños y visitamos sus hogares llevando la imagen de Jesús Misericordioso y entregando Rosarios bendecidos. También misionamos en el barrio “Las Chacritas”, que nos impactó por su pobreza. Recordamos las palabras de Jesús en el Evangelio: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve enfermo y me visitaste…”
Seguimos con alegría y esperanza el ejemplo de la Madre Eufrasia, siempre atenta a las necesidades de su tiempo. Hoy para nuestra escuela es un compromiso seguir sus pasos y ser, como ella, instrumentos de la misericordia y la ternura del Padre.
Como decía nuestra Fundadora: “Damos gracias a Dios por tanto bien que nos prodiga”.
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Instituto La Inmaculada. Rosario, Argentina
Damos gracias a Dios, Padre rico en amor y misericordia, por habernos regalado la experiencia de misionar en Monte Grande, Provincia de Buenos Aires. Allí, nuestra comunidad de Hermanas de “Villa Inmaculada” sostiene desde el año 2002 el merendero “Madre Eufrasia”, que diariamente sirve la merienda a tantos niños provenientes de los asentamientos cercanos, a los que también se evangeliza y ayuda en su promoción social.
Las familias de nuestro Colegio La Inmaculada de Rosario han colaborado recolectando durante el año donaciones de todo tipo. Les agradecemos su valiosa participación, que nos solidariza con tantos hermanos que necesitan de nuestra ayuda.
A ejemplo de la Madre Eufrasia, en el Centenario de su partida al Cielo y en el Año Jubilar de la Misericordia, formamos el Grupo Misionero “Madre Eufrasia”, con jóvenes de los tres 4tos. años del nivel secundario. Ellos llevaron alegría y esperanza a tantas familias necesitadas de todo.
Esos días ayudamos en el merendero, jugamos con los niños y visitamos sus hogares llevando la imagen de Jesús Misericordioso y entregando Rosarios bendecidos. También misionamos en el barrio “Las Chacritas”, que nos impactó por su pobreza. Recordamos las palabras de Jesús en el Evangelio: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve enfermo y me visitaste…”
Seguimos con alegría y esperanza el ejemplo de la Madre Eufrasia, siempre atenta a las necesidades de su tiempo. Hoy para nuestra escuela es un compromiso seguir sus pasos y ser, como ella, instrumentos de la misericordia y la ternura del Padre.
Como decía nuestra Fundadora: “Damos gracias a Dios por tanto bien que nos prodiga”.