Instituto Inmaculada Concepción. Bs. As., Argentina
Un nuevo 8 de diciembre nos convocó como comunidad para celebrar el día de la Virgen Inmaculada, nuestra Patrona. Este año imploramos especialmente el don de la paz, durante la Novena. El Papa Francisco nos interpeló en su mensaje: “El mundo no necesita palabras vacías, sino testigos convencidos, artesanos de la paz…”. Por eso, elevamos esta petición a nuestra Madre, artesana por excelencia de la paz, porque Ella es Madre del Príncipe de la paz.
La Eucaristía celebrada sobre la calle Humahuaca, fue presidida por el Padre Oscar Naef y concelebrada por el Padre Federico Boccaci.
Junto a la Madre General, y a las Hermanas de la Congregación, los alumnos que tomaron su segunda comunión y niños de otros grados y cursos de la escuela, docentes de todos los niveles y vecinos de nuestro barrio, participaron con gran fervor de esta fiesta.
Luego llevamos a la Virgen en procesión por las calles de Almagro, mientras juntos nos unimos en oración y cantos por la paz en el mundo y en nuestro país. Nos detuvimos en cuatro esquinas implorando este don, con suelta de globos blancos, que querían significar esta petición elevada al cielo.
Para cerrar esta fiesta, frente al templo encendimos velas y rezamos, escuchando el Ave María interpretado por una mamá del colegio junto a una exalumna que acompañó con el violín. El broche de oro, fue el ingreso de una pareja de novios, Elizabet y Diego, que antes de dar el Sí ante Dios quisieron ponerse a los pies de la Virgen. Elizabet, como exalumna de nuestro colegio, junto a su novio, pidieron a la Madre de Dios que este amor sea fecundo y fiel. Luego ingresaron detrás de la Virgen a la Capilla, donde se pusieron en oración. Fue un momento muy emocionante.
¡Que viva la Virgen! ¡Que viva la Inmaculada Concepción!