En la Casa de Formación, la Fiesta del Divino Rostro fue precedida por la novena que compartimos, desde nuestra pequeña comunidad, con toda la Congregación. En esos días nos reunimos cada noche para adorar durante una hora al Santísimo Sacramento.

En los días previos a la fiesta repartimos invitaciones al final de las misas en la Parroquia Inmaculada Concepción, pero también en la calle, en la esquina de Av. San Martín y Av. Mosconi, para la celebración que tendríamos en la Capilla del colegio.

El domingo anterior, también como preparación a la fiesta, visitamos a los enfermos del hospital Zubizarreta y luego compartimos la misa en la capilla que funciona en la planta baja de este hospital. Fue una experiencia muy hermosa, que nos permitió volver a ver en cada enfermo el Rostro de Jesús y descubrir, en las personas que cuidan y acompañan, muchos buenos samaritanos que permanecen junto a los que sufren.

El martes 13 de febrero, día de la Fiesta, tuvimos una hora de adoración eucarística previa a la Misa. Vinieron algunos jóvenes y señoras del barrio.

Hacia el final de la hora santa comenzaron a llegar más personas, muchas de ellos miembros del personal de la escuela. También se acercaron varios jóvenes de FASTA, varias mujeres mayores y vecinos del colegio y de la parroquia, que habían recibido nuestra invitación tanto en la parroquia como en la calle.

La misa fue presidida por el Padre José María Pichel. Nos decía este sacerdote: “Estamos invitados a contemplar el Rostro del Señor. Que se encuentren nuestras miradas: La mirada amorosa de Jesús sobre nosotros y la nuestra, que trata de responder con amor, con gratitud, anticipando de alguna manera lo que en la eternidad será definitivo, que llenará nuestro corazón de dicha… La meta que nos aguarda es contemplar sin velos su Rostro…”

Al finalizar la Santa Misa, el Padre José María invitó a toda la asamblea a besar la imagen del Rostro de Jesús.

Al despedirnos, recordamos a todos los presentes que cada martes, en la capilla del colegio, habrá adoración al Santísimo Sacramento.

Ofrecimos también abundante material espiritual para difundir cada vez más esta devoción al Divino Rostro, tan propia de nuestro Instituto.

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