Alpha en el Instituto San José

Instituto San José. Buenos Aires, Argentina

Los cursos ALPHA consisten en una serie de encuentros en los que se conversa acerca de la vida, la fe y Dios, y se recibe el anuncio del núcleo de la fe cristiana, lo que llamamos el kerigma. El único requerimiento es el deseo de participar y la honestidad en la conversación. Lo demás se va dando naturalmente durante el desarrollo de las sesiones.

Cada una tiene un momento fraterno en torno a la comida, nosotros invitamos a los jóvenes de 5to. año a cenar los días miércoles durante dos meses completos.

Luego viene la exposición de un tema, en formato de video con preguntas, preparado especialmente por jóvenes y para jóvenes. Las preguntas suscitan una conversación que se desarrolla en pequeños grupos y que es lo que constituye una parte esencial del curso.

Todo esto es apoyado continuamente por la oración, en especial la adoración eucarística y el rosario, la petición explícita de la acción del Espíritu Santo sobre cada participante, la ayuda imprescindible de muchos colaboradores.

Ahora bien, no se puede desarrollar Alpha sin un gran amor a las personas y a Jesús.

En el colegio, decidimos hacer estos encuentros como un regalo para nuestros jóvenes de 5to año, ya a punto de egresar, con el deseo de ofrecer un último anuncio, antes de que se fueran de la escuela. Los invitamos a cenar y a conversar sobre los temas importantes de la vida. Nuestros jóvenes se entusiasmaron, comprendieron que de verdad era un regalo y se animaron a iniciar el curso. Se anotaron alrededor de 40, de los cuales perseveraron unos 25 hasta el final. Con ellos tuvimos 8 encuentros y una jornada de dos días.

A medida que pasaban las semanas, los temas eran más profundos y el deseo de compartir fue creciendo, como así también la amistad entre ellos y con sus anfitriones (cada mesa cuenta con uno o dos anfitriones).

Las temáticas son muy diversas y van avanzando en fuerza kerigmática. Hemos hablado sobre Jesús, quién fue, por qué murió, el pecado, la vida eterna, la oración, la Palabra de Dios, la salvación, la Iglesia, el testimonio, la acción del Espíritu Santo…

Cada semana, según testimonio de los mismos jóvenes, fue esperada y vivida por ellos con compromiso creciente. El encuentro de dos días tuvo como protagonista la Persona y la acción del Espíritu Santo, y finalizó con la Eucaristía.

Todos los jóvenes agradecieron mucho el haber podido compartir un espacio de estas características. Todos lo valoraron a nivel humano y espiritual, y para algunos, significó el inicio de un proceso de conversión, en el contexto del “encuentro” con la Persona de Jesús.

En este sentido, lo más valioso del curso Alpha es el anuncio del kerigma, la formación de amistades y la capacidad que las charlas tienen de suscitar preguntas profundas y serias en un contexto ameno e incluso divertido por momentos, abriendo poco a poco la posibilidad de la oración y del encuentro personal con Jesucristo.

Compartimos algunos testimonios y oraciones surgidas durante el curso:

  • Al principio Alpha es un poco raro, pero después empezamos a profundizar en cosas que nunca habíamos hablado. Descubrimos a Jesús y nos descubrimos entre nosotros. Le pido a los chicos de cuarto que si el año que vienen les proponen hacer Alpha, no se lo pierdan.
  • Me alegro mucho de que hayan decidido implementar Alpha, realmente no me iba muy contenta del colegio pero esto me ayudó a poder terminar mucho mejor esta etapa. Gracias!
  • Estoy muy contenta de que haya nacido Alpha, me siento súper feliz y siempre espero que llegue al miércoles para ir a cenar al colegio. Es un regalo muy grande y muy lindo. No me lo voy a olvidar nunca. Ah!! Me olvida de decir que la comida es riquísima!! Jajaja. Hermosooooo.
  • Me he quedado pensando en el Espíritu Santo, a quien nunca había tenido en cuenta…
  • Estoy más que agradecida con la oportunidad que nos dieron. Empecé Alpha no creyendo en Jesús y teniendo una visión de la Iglesia y del catolicismo completamente erróneo. El último miércoles me fui con una felicidad enorme en el corazón, sabiendo que Jesús está conmigo y me acompaña. Además, sé que la Iglesia es el lugar donde me puedo refugiar. Gracias.
  • Padre, quiero agradecerte por permitirnos compartir este año lleno de emociones, por sobre todo alegría. Te agradecemos por todo los que nos brindas a diario. Te pido perdón por todas las veces que he pecado. Te pido por cada una de las personas presentes, por sus familias y amigos, para que los llenes de bendiciones. Te pido por mis seres queridos, para que puedan encontrar la paz y la felicidad. Amén.
  • Gracias Jesús por todas las bendiciones a lo largo del taller, perdón por las ofensas a Tu nombre y te pido por la salud de los enfermos.

Creemos que este espacio, vivido como un regalo, gratuito para ellos, fervoroso y audaz en el anuncio, respetuoso del camino de cada uno, constituye una herramienta valiosa para la evangelización.