“A vino nuevo, odres nuevos”

Casa de María. Luján, Provincia de Bs. As., Argentina.

Con este lema, se realizó un encuentro intercomunitario entre los días 20 y 22 de abril, que reunió a Hermanas de las diferentes casas de la Argentina y de Brasil.  Las reflexiones estuvieron a cargo del Padre Dante Simón, s.d.b. En un clima de paz, las Hermanas compartieron momentos de oración y fraternidad. El entorno de la Casa de María, en Luján, ayudó a salir del intenso ritmo cotidiano para una reflexión más profunda sobre la realidad de la vida consagrada en el mundo de hoy.

La vida consagrada es anuncio de lo que el Padre, por medio del Hijo, en el Espíritu, realiza con su amor, su bondad y su belleza. El estado religioso revela de manera especial la superioridad del Reino sobre todo lo creado y sus exigencias radicales. Muestra también a todos los hombres la grandeza extraordinaria del poder de Cristo Rey y la eficacia infinita del Espíritu Santo, que realiza maravillas en su Iglesia.

(A vino nuevo, odres nuevos, CIVCSVA, N° 6)

 

Es preciso mirar de frente y con realismo las nuevas situaciones donde la vida consagrada está llamada a medirse y a encarnarse.

(A vino nuevo, odres nuevos, CIVCSVA, N° 6)

 

Santa María, Mujer del vino nuevo, conserva en nosotros el deseo de proceder en obediencia a la novedad del Espíritu…
afirma nuestros pasos en el misterio de la cruz que el Espíritu requiere para cualquier nueva creación…
enséñanos  a hacer lo que Cristo tu Hijo nos diga…

alimenta en nosotros la esperanza.

(A vino nuevo, odres nuevos, CIVCSVA, N° 57)

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